La Finca
Un lugar de ensueño, natural y único
a solo 35 minutos de Madrid
El Huerto San Antonio está situado en el pleno corazón de la Sierra de La Cabrera. Se encuentra en el municipio de La Cabrera a escasos mil metros del casco urbano pero en el mismo corazón de la Sierra de La Cabrera. Es una finca de gran belleza con un entorno natural realmente privilegiado, localizada en la falda de solana de un gran promontorio de roca granítico, “El Cancho Gordo”. Se extiende de Este a Oeste en la ladera sur del Cancho Gordo y lindando al Sur con el camino que conduce al colindante Convento de San julian y San Antonio (s.XI).
Originariamente, la finca constituía el antiguo huerto del convento por lo que recibe su nombre. A comienzos del s. XX la finca quedó segregada del Convento iniciando desde entonces su propia historia independientemente de aquel. Al inicio se utilizó como residencia familar y más delante, de la mano de la Fundación Gil Gayarre, también para la realización de talleres, seminarios, convivencias, campamentos y alojamiento para niñ@s/adult@s con discapacidad y sus familiares. Ya a partir del año 2015 el Huerto San Antonio inicia su uso actual.
Es una finca de 2.5 has de bosque, con antiguos huertos de frutales y rica en manantiales, en la que domina una masa forestal de pinos de repoblación: Pinus pinaster, Pinus pinea y Pinus sylvestris fundamentalmente, también robles, encinas y enebros, de los que algunos son ejemlares centenarios y otros rebrotes más recientes que pugnan por desplazar al pinar introducido. En las partes bajas quedan restos de lo que fue la antigua huerta de frutales del convento. Por todas partes aparecen jaras y rebrotes del robledal original. Se encuentan diversos complejos de bloques de granito de gran belleza que emergen en distintos lugares del pinar y aportan al conjunto un gran valor paisajístico. En ocasiones los grupos apilados de bloques de granito son ejemplos muy representativos de la formación geológica conocida como “berrocal”, cuya presencia generalizada caracteriza el paisaje local hasta llegar a dar el nombre a la localidad vecina de “El Berrueco”..
Existen ocho antiguas construcciones de piedra que han sido totalmente restauradas, manteniendo su identidad original pero dotándolas de equipamientos y servicios de elevada calidad y confort.
Las construcciones, de muros piedra de granito con cubiertas de teja cerámica apoyadas sobre estructuras de madera maciza, datan de los años cuarenta y algunas incluso son mucho más antiguas, las que proceden de usos tradicionales de cuando la finca era el huerto del Convento. Este último es el caso del Gallinero, el Colmenar o una pequeña construcción usada como cochinera y palomar. Todas ellas presentan un carácter rústico construidas con manpostería de granito que las hace estar totalmente integradas en el paisaje del entorno. Actualmente, la finca cuenta con un conjunto de instalaciones completamente restauradas y equipadas que le permite desarrollar su actividad. Tres de las construcciones se dedican a alojamientos, las denominadas Casa Grande, Gallinero y Colmenar; en otra, el antíguo Merendero o Casa del Guardés, se encuentra el comedor y una sala polivalente; la antigua Capilla, el Palomar que funciona como recepción, una terraza acristalada, una antigua alberca restaurada como piscina, una sala en Domo geodésico, una Sauna filandesa junto a la alberca con agua de manatial, pozo…
La Sierra de La Cabrera, es un enclave de enorme valor histórico y arqueológico. Ha acogido a prácticamente todas las civilizaciones que han habitado el centro peninsular desde el mismo periodo Neolítico.
Su gran valor estratégico que le ha valido como atractor de civilizaciones reside en su excelente ubicación, a las puertas de la depresión del Tajo, su posición en altura y la riqueza en recursos naturales y corrientes de agua y manatiales: Todo ello hace que buena parte de la Sierra de La Cabrera haya sido calificada como Reserva Arquelógica protegida, por presentar elementos de interés cultural e histórico tan destacados como son el propio Convento San Antonio (s. XI), el único convento de románico restaurado por completo en la Comunidad de Madrid, declarado Bien de Interés Cultural BIC en 2019 (15 min a pie); el asentamiento celtíbero ‘Castro de los Arévacos’ (s. IV a.C.) en el Cancho de La Cabeza (40 min a pie); diversos yacimientos íberos como “La Tumba del Moro” (7 min en coche); y el yacimiento neolítico (3000 años a.C.) situado próximo a la cumbre del Cancho Gordo (50 min a pie).
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